UNA MIRADA HACIA EL TRENHOTEL

Introducción

  Lo confieso. Soy un enamorado del mundo de los trenes desde que comencé a hacer de manera regular viajes entre Madrid y Palencia. Tiene una explicación: por circunstancias personales, ir a Palencia (donde tengo familia) era ir a liberarse. A sentir paz y tranquilidad. Recuerdo esos viajes perfectamente, a grandes rasgos. Recuerdo esas UT-470 haciendo el servicio Regional Express. Recuerdo perfectamente el olor a frambuesa que desprendían los aseos de esos trenes, y podría recitar sin equivocarme todas las paradas que este tren hacía hasta llegar a mi destino. 


Renfe serie 470 servicio Regional Express

  Fueron estos viajes los que, insisto, me hicieron ver a los trenes como un mundo apasionante. Y me hicieron también descubrir a otros viejos compañeros inolvidables, los trenes nocturnos. ¿Os animáis?

Trenes Estrella

  Los trenes estrella nacieron en los años ochenta como respuesta a los antiguos expresos. Se trata de trenes que salían de una ciudad por la noche para llegar a su destino al amanecer. Los coches (donde van los viajeros, no vamos a llamarlos vagones como comúnmente se hace) eran del tipo ARCO, y las locomotoras que solían remolcarlos fueron las siguientes: las 333 (diésel, lo más seguro es que fuese concretamente la subserie 100 y posteriormente las subseries 300 y 400) y dos locomotoras eléctricas, primero la serie 251 y luego la fenomenal serie 252.

Renfe 333 remolcando tren estrella


  Los trenes estrella se componían de habitaciones de una o dos camas y servicio (Gran Clase), seis literas, coche cafetería, coches plazas turistas y (en algunos casos) coches plaza preferente. 

  En un principio, los trenes estrella fueron uno de los buques insignia de Renfe. Pero, inexplicablemente, han desaparecido como tales. Sus trayectos fueron eliminados del mapa comercial o, en el mejor de los casos, cambiados al servicio del que hablaré más adelante bajo mi perspectiva, el Trenhotel. 

¿Ramas? Esto que es, ¿un árbol?

   Algunos trenes estrella eran de doble rama, es decir: un mismo origen y dos destinos, o dos orígenes y un mismo destino. Pero tranquilos, que para explicarlo voy a poner un ejemplo muy práctico y conocido: el Trenhotel Galicia. Este Trenhotel tenía su origen en Barcelona, y, como destinos, La Coruña y Vigo. El tren hace su recorrido completamente unido hasta Monforte de Lemos. Allí, donde se para un largo rato, un operario desengancha la parte del tren que termina en Vigo de la parte del tren que termina en Coruña. Acto seguido viene la 333, que ese mismo operario engancha al extremo de la rama de Coruña, la cual no se toca con la otra. Una vez enganchado, la composición hacia Coruña prosigue su camino por la provincia de Lugo. Después llega la 252, que se pone al lado contrario del que se había puesto la 333, y se repite la operación. Y asunto arreglado. Un tren se divide literalmente en dos partes, cada una de las cuales es remolcada por una locomotora. 

Renfe serie 252 (con repintado color taxi a la derecha y Altaria a la izquierda)


Trenhotel

  El Trenhotel es el digno sucesor de algunos trenes Estrella. Sin embargo, tiene diferencias fundamentales. La primera de todas ellas es que aparte de ser remolcados por locomotoras que funcionen en vías de ancho ibérico, pueden ser también remolcados por locomotoras que operen tanto en ancho ibérico como en ancho internacional. En el primer de los casos es remolcado por todas las locomotoras expuestas salvo la 251, que ha entrado en desuso. En el segundo, pueden ser remolcados por locomotoras serie 130 y  730. 

Renfe serie 730 pasando por las cercanías de Méndez Álvaro, Madrid


  Otra diferencia fundamental reside en el material a remolcar. El material remolcado de estos trenes se compone de un furgón generador, coche cafetería, coche restaurante (en algunos) coche Gran Clase, Cama Turista, Cama Preferente y coches de plaza sentada turista. Sin embargo, hay que decir que tanto el furgón generador como los coches son material del tipo Talgo 7. 

Mi queridísimo Rías Gallegas

   Voy a hablar ahora del Trenhotel Rías Gallegas. Este tren realiza el trayecto Madrid Ferrol/Pontevedra. Sale de Madrid Chamartín a las 22.30 con la flamante 252 en cabeza hasta Medina del Campo, donde las ramas se separan. Esto quiere decir que la rama a Ferrol continúa por Valladolid, Palencia, León, Monforte de Lemos y Lugo y la otra parte continúa hasta Pontevedra vía Zamora y Orense. 

   Quedé enamorado de este tren desde que todavía no era tal, es decir, desde que viajaba en el Estrella Atlántico. En todos los viajes aprovecho para mirar el cielo estrellado pasado Monforte, hablar largo y tenido con otros pasajeros o, simplemente, moverme por donde me esté permitido. Se trata de viajes inolvidables, cuyo carácter telúrico nunca podrá alcanzar un autobús, por bueno que sea.

Estación de Monforte de Lemos, el nudo ferroviario más importante de toda Galicia


  Sólo un dato: es tal el placer que me da viajar en este tren que cuando lo hago soy capaz de tirarme 25 horas y media casi sin dormir. Lo digo en serio. Hay mucha gente, la mayoría, que utilizan estos trenes meramente para llegar a primera hora de la mañana a su tierra. Yo no. Un servidor prefiere estos trenes incluso por encima de los diurnos, porque VIVE los viajes en estors trenes. Yo estoy encantado de tirarme metido en el tren las ocho horas y media que tarda en llegar a mi Lugo querido. Y más veces que pienso hacer este viaje, si puedo. 

  Eso sí, me gustaría hacer una serie de recomendaciones. La primera de todas estas es que si no tenéis un abono de transporte que os permita viajar en cercanías, no compréis ningún billete de cercanías aunque tengáis que viajar desde cualquier punto de Madrid hasta Chamartín en estos trenes. ¿La razón? por cada billete de larga distancia que compréis teníes derecho a que os proporcionen  gratis un billñete de cercanías. Como os lo digo. La segunda de todas estas es la siguiente: la cafetería de los trenes de renfe está bien si queréis tomar un refresco, o un kit kat, pero como queráis comeros algo en condiciones, hacedme caso y llevadlo de fuera (si me permitís la sugerencia, el año pasado me compré un bocata de tortilla en uno de los restaurantes de Chamartín acompañado de una botella de Coca-Cola, unas patatas con mahonesa y ketchup y unas botellitas pequeñas de ron para hacerme un buen cubata después de cenar. ¡Como un señor!). También os lo digo porque en estas cafeterías la comida es poca, malísima y carísima. Saludos. 



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