EL DEVORADOR DE CINE Y SERIES

Queridos internautas, la entrada que aquí os presento es una crítica totalmente novedosa, en el sentido objetivo del término. Es una crítica a un artículo escrito por Arutor Pérez Reverte, con cuya opinión podemos estar de acuerdo o no, pero que he decidido reproducir debajo antes de ponerme a ejercer la labor de “mosca cojonera” que suelo ejercer a diario, incluso en un medio tan internacional como lo puede ser un blog. El artículo fue publicado en la web de XLSemanal ( https://www.xlsemanal.com/firmas/20200216/perez-reverte-la-fiesta-del-cine-no-tanta-fiesta.html ), y antes de seguir leyendo, ruego al inteligente lector que lea el citado artículo. Vayamos por partes. Las subvenciones no deberían darse necesariamente para crear más cine antifascista, sino para crear mejor cine. Cine a secas. Cada uno que intente realizar la película que le venga en gana, y si alguien desea producirla o distribuirla, enhorabuena al interesado. Pero nada más. Cierto es que el jurado que da los

Recuerdo perfectamente la primera vez que vi Espartaco. Mis padres habían hecho una gran obra en la casa, y la televisión era uno de los pocos entretenimientos que debido a las obras podía tener. La película me cautivó desde el primer momento, no solo por su magnífico doblaje, ni por cómo estaba hecha. Me cautivó por su mensaje. Esa sería solamente una de las muchas veces que vería en la pantalla al enorme Kirk Douglas. Mi gusto por esa película fue tal que me lancé a por esta encuanto salió en dvd. Y gracias a ese invento pude saber mucho más sobre sus entresijos. Espartaco desprendía nobleza desde el momento de su gestación. Kirk Douglas había contratado para su guión a un buen hombre, un guionista que había sido injustamente perseguidos por sus ideas políticas: Dalton Trumbo. Espartaco no podía ser una película más comprometida en aquella época. El film basado en la novela de Howard Fast era, en realidad, un claro alegato a favor de los derechos civiles en una época